La música es uno de los mejores estímulos para los bebés. Les encanta escucharla y moverse a su ritmo… ¡Y aprenden mucho al hacerlo!
La propuesta es la siguiente: siguiendo las instrucciones del profesor, las madres o padres con sus bebés en fulares o portabebés clásicos, bailan al ritmo de la música, preferentemente estilos latinos que se bailan con pareja.
Beneficios:
El baile fortalece el vínculo afectivo entre los dos.
El movimiento es un excelente ejercicio para potenciar el equilibrio de tu hijo y su capacidad e inteligencia espacial.
El baile y la música generan endorfinas, unas hormonas que transmiten felicidad. Y por supuesto, mejora el estado de ánimo del niño.
Potencia la concentración. El movimiento ayuda a mantener la mirada en un punto concreto.
Cuando el niño ya pueda bailar por sí solo, estará tonificando su corazón y sus músculos. Es un excelente ejercicio físico.
La relación entre ritmo y música favorecen al aparato psicomotriz grueso.
Cuando el niño sea más mayor, puede crear y recordar pequeñas coreografías, lo que potencia su concentración y su memoria.
Favorece la interacción social. Cuando el niño decida bailar con sus amigos, estará aprendiendo a trabajar en equipo.